Algunos de los inventos mas extraordinarios de la Humanidad fueron accidentales y cambiaron nuestro modo de vida…Éste fue el caso del Teflón.

Roy J. Plunkett, era un doctor ingeniero que trabajaba para DuPont tratando de descubrir unos gases refrigerantes mas seguros y que no fueran tóxicos.
El 6 de Abril de 1938, creyó que un ensayo más había fallado al desaparecer los gases que anteriormente había mezclado (a alta presión y baja temperatura)
Por ello, seccionó el cilindro de ensayo y se dio cuenta que había una sustancia blanca y cerosa.

Se había producido accidentalmente la primera polimerización (combinación de moléculas) del PTFE.
No fue consciente del descubrimiento, pero vio una oportunidad en un resultado que no buscaba, así que guardó las muestras.

En los siguientes 2 años, tras múltiples ensayos con este material misterioso, concluyó que tenia unas características y propiedades nunca vistas..

– era inerte, es decir, no reaccionaba ante prácticamente ningún elemento químico por muy agresivo que fuese.
– era anti-adherente, no se pegaba a nada ni podía ser pegado.
– aguantaba altísimas y bajísimas temperaturas…
– tenia un bajo coeficiente de fricción… y un sin-fin de características que lo convirtieron en un material extremadamente valioso y versátil.

En 1945, DuPont registró la patente bajo el nombre de «Teflon» y en 1950 dio comienzo la industrialización de su producción.

Todo descubrimiento científico es fruto de la reflexión, el pensamiento, el tesón, la experimentación y el desarrollo.

En este caso, el Teflón o PTFE, se une a la larguísima lista de inventos que, fortuitamente, nos han facilitado la vida.

En próximos capítulos del blog, hablaremos de las dos grandes familias dentro del PTFE y de los procesos de transformación y fabricación.